Las deudas son una carga que puede resultar abrumadora. En muchas ocasiones, las personas se sienten atrapadas y sin opciones, preguntándose si realmente existe alguna manera de liberarse de esa carga financiera. En este artículo, abordaremos las inquietudes más comunes sobre las deudas en España, los derechos de los deudores y las acciones que pueden tomar tanto los acreedores como los deudores ante situaciones de impago.
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¿Qué sucede si no puedo pagar mis deudas?
Cuando una persona se encuentra en una situación financiera complicada, es natural sentir miedo ante la posibilidad de ser demandado por deudas impagadas. Si no puedes afrontar tus deudas, los acreedores tienen varias opciones legales para intentar recuperar su dinero. Esto puede incluir el embargo de tu salario, tus cuentas bancarias e incluso tus bienes. Sin embargo, la Ley 25/2015, conocida como la Ley de Segunda Oportunidad, brinda una salida legal a aquellos que se encuentran en situaciones de sobreendeudamiento.
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Esta ley permite a las personas cancelar sus deudas si cumplen ciertos requisitos, evitando así embargos y procedimientos judiciales. Su objetivo es ofrecer un nuevo comienzo a quienes no pueden hacer frente a sus obligaciones económicas. Si te sientes abrumado por deudas, considera consultar a un abogado especializado que pueda orientarte sobre cómo acogerte a esta ley.
¿Qué significa estar obligado a pagar una deuda?
Desde un punto de vista legal, estar obligado a pagar una deuda implica que existe un compromiso jurídico. Este compromiso surge generalmente de un contrato o una relación comercial, que establece que el deudor tiene la obligación de pagar una suma de dinero al acreedor. El Código Civil español regula estas obligaciones y establece que «toda obligación consiste en dar, hacer o no hacer alguna cosa».
En el caso de las deudas monetarias, la obligación del deudor es clara: debe pagar la cantidad acordada, salvo que existan circunstancias que extingan dicha obligación, como el pago, la condonación de la deuda o la prescripción.
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Acciones que puede tomar un acreedor para reclamar el pago de una deuda
Los acreedores cuentan con varias vías legales para reclamar el pago de las deudas. Estas son algunas de las más comunes:
- Reclamación extrajudicial: Antes de acudir a los tribunales, los acreedores suelen intentar recuperar su dinero a través de comunicaciones amistosas, como cartas, correos o llamadas telefónicas. Este puede ser un buen momento para negociar un acuerdo o plan de pago.
- Proceso monitorio: Si la reclamación amistosa no tiene éxito, el acreedor puede iniciar un proceso monitorio. Este procedimiento judicial permite reclamar deudas dinerarias que sean vencidas, líquidas y exigibles. No se requiere abogado ni procurador si la deuda es inferior a 2.000 €.
- Demanda judicial ordinaria: Para deudas más complejas, el acreedor puede presentar una demanda judicial ordinaria, lo que implica que se necesita la representación de un abogado y un procurador.
Plazos de prescripción de deudas en España
Es importante recordar que las deudas no son exigibles indefinidamente. Según el Código Civil, existen plazos de prescripción que varían según el tipo de deuda:
- Deudas personales: 5 años.
- Deudas por suministros: 3 años.
- Alquileres o pensiones alimenticias: 5 años.
- Deudas con Hacienda o Seguridad Social: 4 años (con excepciones).
- Deudas de tarjetas de crédito o préstamos personales: 5 años.
¿Me pueden embargar si no pago una deuda?
Sí, el embargo es una de las medidas más comunes cuando se trata de ejecutar una deuda que ha sido reconocida judicialmente. Según la Ley de Enjuiciamiento Civil, los bienes que pueden ser embargados incluyen:
- Dinero en cuentas bancarias.
- Salario, sueldo o pensiones (existen límites; la parte que no puede ser embargada es el equivalente al Salario Mínimo Interprofesional).
- Bienes muebles (como vehículos o joyas).
- Bienes inmuebles (viviendas, locales comerciales, etc.).
Es fundamental destacar que el salario es inembargable hasta el SMI, que para 2025 es de 1.134 € mensuales. A partir de esa cantidad, el embargo se aplica de manera progresiva, conforme a la normativa establecida.
Consecuencias por no pagar una deuda
En España, no se puede ir a la cárcel por no pagar deudas civiles. El artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos prohíbe el encarcelamiento por deudas de este tipo. Sin embargo, hay ciertas situaciones en las que se puede enfrentar responsabilidad penal, como en el caso de:
- Estafas.
- Insolvencia punible.
- Alzamiento de bienes (cuando alguien oculta su patrimonio para evitar el pago).
Opciones si no puedo pagar mis deudas
Si te encuentras en la difícil situación de no poder pagar tus deudas, hay varias opciones legales a considerar:
- Negociar con tus acreedores: A menudo, se puede llegar a un acuerdo para refinanciar la deuda o establecer un plan de pagos. Este proceso puede llevarse a cabo directamente o con la ayuda de un abogado especializado.
- Ley de Segunda Oportunidad: Esta ley permite a las personas físicas cancelar sus deudas si cumplen ciertos requisitos. Es una herramienta valiosa para quienes no pueden hacer frente a sus compromisos económicos.
- Insolvencia concursal: En casos más complicados, puede ser necesario solicitar un concurso de acreedores, que generalmente se aplica a empresas pero también puede ser útil para personas físicas en ciertas circunstancias.
¿Qué pasa si ignoro las reclamaciones de deuda?
No responder a las reclamaciones puede acarrear serias consecuencias. Si un acreedor inicia un proceso monitorio y no respondes en el plazo establecido, el juzgado puede dictar un auto de ejecución que permitiría embargar tus bienes sin más trámite. Recuerda que la deuda no desaparecerá automáticamente y puede seguir siendo reclamable hasta que prescriba.
Derechos de los deudores en el proceso de cobranza
A pesar de estar en una situación de deuda, los deudores tienen derechos que deben ser respetados. Algunos de estos derechos incluyen:
- Tener información clara sobre la cantidad que se reclama.
- No sufrir vulneración de derechos fundamentales durante el proceso de cobro.
- Que las agencias de recobro actúen dentro de los límites legales, evitando prácticas abusivas.
- La posibilidad de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad si se cumplen los requisitos establecidos.
Si sientes que tus derechos han sido vulnerados, puedes presentar una queja ante la Agencia Española de Protección de Datos o incluso considerar acciones legales por coacción.
¿Qué ocurre con deudas antiguas?
Una de las preguntas más frecuentes es si un acreedor puede reclamar deudas que tienen varios años. En general, las deudas tienen un plazo de prescripción, y una vez que este ha transcurrido, la deuda no es exigible legalmente. En España, este plazo varía según el tipo de deuda, pero es crucial estar al tanto de esta normativa para saber si una deuda puede ser reclamada o no.
Si tienes deudas que datan de hace 10, 20 años o más, consulta con un abogado para determinar si ya han prescrito y qué pasos puedes seguir para protegerte.
¿Me pueden demandar por deuda de tarjeta de crédito?
Sí, es posible ser demandado por deudas relacionadas con tarjetas de crédito. Si no pagas tus obligaciones, el acreedor puede iniciar un proceso judicial para reclamar el pago de la deuda. En estos casos, es fundamental actuar rápidamente y buscar asesoramiento legal para explorar las opciones disponibles antes de que la situación escale.
Lo que los cobradores no pueden hacer
Es importante que conozcas tus derechos como deudor. Los cobradores están sujetos a regulaciones que prohíben prácticas abusivas. Algunas de las cosas que no pueden hacer incluyen:
- Realizar acosos o amenazas hacia el deudor.
- Contactar a amigos o familiares para discutir tu deuda sin tu consentimiento.
- Utilizar tácticas engañosas o intimidatorias para obtener el pago.
- Reclamar deudas que ya han prescrito.
¿Es legal cobrar deudas a través de WhatsApp?
La comunicación a través de mensajería instantánea, como WhatsApp, se ha vuelto común en el contexto de la cobranza de deudas. Sin embargo, es esencial que dicha comunicación cumpla con la normativa legal. Los cobradores deben asegurarse de que no infringen tus derechos, evitando el envío de mensajes amenazantes o acosadores.
Si sientes que estás siendo acosado a través de este medio, es recomendable guardar evidencia de las comunicaciones y consultar con un abogado.